domingo, 25 de enero de 2009

La guerra de los dioses


LA GUERRE DES DIEUX
CHANT PREMIER
Le Saint-Esprit est l’auteur de ce poème. Arrivée des dieux du christianisme dans le ciel. Colère des dieux du paganisme apaisée par Jupiter. Ils donnent un dîné à leurs nouveaux confrères. Imprudence de la vierge Marie. Insolence d’Apollon.

Dans ce temps là, frères, de l’évangile
Ma piété méditait quelques mots ;
Il était nuit, et le sommeil tranquille,
Autour de moi prodiguait ses pavots ;
Une éclatante et soudaine lumière
Frappe mes yeux ; des parfums inconnus
Sont tout à coup dans les airs répandus ;
En même temps d’une voix étrangère
Je crois entendre et j’entends les doux sons :
Je me retourne, et sur mon secrétaire
Je vois perché le plus beau des pigeons.
A cet éclat, à cette voix divine,
Sur mes genoux je tombe, je m’incline,
Et dis : « Seigneur, que voulez-vous de moi ? »
– En vers dévots il faut chanter ma gloire,
Il faut chanter notre antique victoire,
Et des Français corroborer la foi.
– Hélas ! Seigneur, à cette oeuvre sublime
D’autres auraient un droit plus légitime.
De vos combats, de vos exploits divers,
Quoique dévot, j’ai peu de connaissances :
Le temps d’ailleurs corrige les travers ;
Et j’ai sans peine abjuré prose et vers.
– Je le sais bien, mais à ton impuissance
Je suppléerai : recueille tes esprits,
Sois attentif ; je vais dicter, écris.
Sans examen je dois donc tout écrire.
Si dans mes vers se glissent quelquefois
Des traits hardis étrangers à ma lyre,
On aurait tort d’en accuser mon choix ;
La faute en est à celui qui m’inspire.


LA GUERRA DE LOS DIOSES
CANTO PRIMERO
El Espíritu Santo es el autor de este poema. Los dioses del cristianismo llegan al cielo. Júpiter aplaca la cólera de los dioses paganos, que ofrecen una comida a sus nuevos colegas. La imprudencia de la Virgen María. La insolencia de Apolo.

En aquel tiempo, hermanos, mi piedad meditaba sobre ciertas palabras del Evangelio. Era de noche y un sueño tranquilo prodigaba a mi alrededor sus adormideras. De pronto, una luz resplandeciente hirió mis ojos y perfumes ignotos se expandieron por el aire. Creí oír también, y oí, el dulce son de una voz desconocida. Ante tanto esplendor, ante aquella voz divina, caí de rodillas e, inclinándome, dije:
-Señor, ¿qué queréis de mí?
-Que cantes en versos piadosos mi gloria y nuestra antigua victoria,
y que corrobores la fe de los franceses.
-Ay, Señor, otros tienen más derecho a realizar esta obra sublime. Yo, aunque devoto, apenas conozco vuestras lides y vuestras muchas hazañas. Además, el tiempo corrige los defectos y yo he renunciado, sin pena alguna, al verso y a la prosa.
-Lo sé bién, pero yo proveeré a tu impotencia: reune tus fuerzas, presta atención; voy a dictar: escribe.
Todo tuve, pues, que transcribirlo sin examen previo. Si en los versos se han deslizado, aquí y allá, rasgos de audacia extraños a mi lira, harías mal en acusarme de ello; la culpa es de quien los ha inspirado.

La guerra de los dioses
(Prefacios de Eduardo Moga y Rubén Solís Krause)
(Traducción de Eduardo Moga)
Évariste Parny

Blasfemia liberadora
El cristianismo, hablamos de él, es una religión "capada". Siendo como es, la más grande religión del Amor, su aversión al sexo es también la mayor de las grandes religiones. En "La guerra de los dioses", (no es una gran obra literaria) Évariste Parny (1753-1814), hace una melé con los dioses y diosas paganos y cristianos.
¿Qué finalidad tiene la obra? Claramente vapulear al cristianismo. Chateaubriand escribió "El genio del cristianismo", como una reacción frente a "La guerra de los dioses". Hizo pupa, desde luego que hizo pupa.
La edición que yo tengo es la de Ma non troppo de ediciones Robinbook, es una edición bilingüe que va acompañada de los grabados de Agostino Carracci; los prefacios de Eduardo Moga y Rubén Solís Krause, ambientan adecuadamente la obra. La traducción es del poeta Eduardo Moga, está prosificada y a mí me gusta.
El texto tiene "bofetadas" al cristianismo de buen calibre:
"-Así pues-dice Júpiter-, el hombre, estúpido y voluble, rinde a Jesús su pobre y chato homenaje: a tal amo, tal criado. Los criados bendicen la esclavitud y, abatidos, ultrajados, no protestan jamás. A estos memos se les puede engañar sin ningún peligro. Todo les está bien, y su piadosa mejilla se ofrece espontáneamente a las bofetadas. Nada hay más cómodo para los tiranos, y con razón Constantino elogia las ventajas del sistema de moda. Gracias a los cristianos, este taimado bribón disfruta de un tranquilo sueño en su colchón de plumas."
"La guerra de los dioses" es un libro contra la tiranía y ello es suficiente cuando se lo tiene entre las manos para hojearlo sensualmente, leerlo al paso y mirar los grabados de Carracci, que ayudan a levantar la moral.

Sobre Évariste Parny
Grabados de Carracci
La guerre des dieux
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