sábado, 28 de febrero de 2009

Zona sotádica de Richard F. Burton

Édouard-Henri Avril:Socrates y Alcibiades(Fuente:Wikipedia)
"Terminal Essay"
(from his translation of The Arabian Nights, 1885)
Sotadic Zone
Pederasty

Subsequent enquiries in many and distant countries enabled me to arrive at the following conclusions:

1. There exists what I shall call a 'Sotadic Zone,' bounded westwards by the northern shores of the Mediterranean (N. Lat. 43 °) and by the southern (N. Lat. 30°). Thus the depth would be 780 to 800 miles including meridional France, the Iberian Peninsula, Italy and Greece, with the coast-regions of Africa from Marocco to Egypt.

2. Running eastward the Sotadic Zone narrows, embracing Asia Minor, Mesopotamia and Chaldaea, Afghanistan, Sind, the Punjab and Kashmir.

3. In Indo-China the belt begins to broaden, enfolding China, Japan and Turkistan.

4. It then embraces the South Sea Islands and the New World where, at the time of its discovery, Sotadic love was, with some exceptions, an established racial institution.

5. Within the Sotadic Zone the Vice is popular and endemic, held at the worst to be a mere peccadillo, whilst the races to the North and South of the limits here defined practise it only sporadically amid the opprobrium of their fellows who, as a rule, are physically incapable of performing the operation and look upon it with the liveliest disgust.

Before entering into topographical details concerning Pederasty, which I hold to be geographical and climatic, not racial, I must offer a few considerations of its cause and origin. We must not forget that the love of boys has its noble sentimental side. The Platonists and pupils of the Academy, followed by the Sufis or Moslem Gnostics held such affection, pure as ardent, to be the beau idéal which united in man's soul the creature with the Creator. Professing to regard youths as the most cleanly and beautiful objects in this phenomenal world, they declared that by loving and extolling the chef-d'œuvre, corporeal and intellectual, of the Demiurgus, disinterestedly and without any admixture of carnal sensuality, they are paying the most fervent adoration to the Causa causans. They add that such affection, passing as it does the love of women, is far less selfish than fondness for and admiration of the other sex which, however innocent, always suggest sexuality; and Easterns add that the devotion of the moth to the taper is purer and more fervent than the Bulbul's love for the Rose.


Epílogo a las Mil y una noches
(La Zona Sotádica)
(Pederastia)

Ulteriores investigaciones en muchos y diferentes países me han llevado a establecer las siguientes conclusiones:

1. Existe lo que llamaré una "Zona Sotádica", limitada hacia el Oeste por las riberas septentrionales (43º Lat. N.) y meridionales (30º Lat. N.) del Mediterráneo. Su profundidad es pues de unas 780 a 800 millas, incluyendo en ella la Francia meridional, la Península Ibérica, Italia, Grecia, junto con las regiones costeras de África, desde Marruecos a Egipto.

2. Hacia el Este, la Zona Sotádica se estrecha, abarcando Asia Menor, Mesopotamia, Caldea, Afganistán, Sind, el Panyab y Cachemira.

3. En el área Indo-china, el cinturón se ensancha de nuevo, abarcando China, Japón y el Turquestán.

4. Incluye luego las islas de los Mares de Sur y el Nuevo Mundo, donde, por las fechas del descubrimiento, el amor sotádico, con algunas excepciones, era una institución racial establecida.

5. Dentro de la Zona Sotádica, el Vicio es popular y endémico, siendo en el peor de los casos considerado un mero "pecadillo", mientras que las razas al Norte y al Sur de los límites aquí definidos lo practican sólo esporádicamente, en medio del general oprobio, siendo la generalidad de los habitantes físicamente incapaces de practicarlo o mirarlo sin fuerte disgusto.

Antes de entrar en detalles topográficos respecto de la democracia, que yo sostengo ser geográficos y climáticos, y no raciales, debo ofrecer unas pocas consideraciones sobre su causa y origen.
No debemos olvidar que el amor a los muchachos tiene un lado noble y sentimental. Los platónicos y seguidores de la Academia, y luego de ellos los sufís o gnósticos musulmanes, sostenían que tal afecto, tan puro como ardiente, era un "beau idéal" que unía en el alma del hombre, a la criatura con el Creador. Al profesar que miraban a los jóvenes como los más límpidos y hermosos objetos de este mundo fenoménico, declaraban que mediante su entrega amorosa al "chef d'oeuvre", corporal e intelectual, del Demiurgo, desinteresadamente y sin la menor mezcla de sensualidad carnal, prestaban la más ferviente adoración a la "Causa causans". Añadían que tal afecto, que sobrepasa al amor por las mujeres, es mucho menos egoísta que la afición y admiración por el sexo opuesto, que, por inocente que sea, sugiere siempre sexualidad; y los orientales añaden que la devoción de la polilla por la bujía es más pura y ferviente que el amor de Bulbul por la Rosa.

Epílogo a las Mil y una noches
(Prólogo, traducción y notas de Alberto Cardín)
Richard F. Burton

Vivir el Mundo de la ajenidad
Hablar sobre Richard F. Burton es hablar sobre Inglaterra. Individuos como él, han producido "anglófilos" sin cesar, la fascinación que ejercen sus escritos, es infinitamente superior a cualquier objeción moral.La idea que transmiten es la de "vivir el Mundo de la ajenidad". Aquello que es ajeno a un lector formado pero "corriente", describir el universo paralelo de experiencias y vida, que discurre a nuestro lado y que nunca intersectamos. Para un escritor, los escritos de Burton, son un espejo sobre el que se refleja el mundo, un mundo que sirve de comparación para el nuestro, "nuestro mundo", y darnos cuenta si lo que producimos es "exportable" a otras mentes, o se trata de "mercaderías" sin ningún valor.
Entresacamos del "luminoso" prólogo de Alberto Cardín, un extracto esclarecedor sobre el texto de Burton:
"Empezando por lo primero que, sin ser lo más evidente, es lo que no pocos parecen dar por hecho, la relación de Burton con la homoxesualidad encuentra ciertamente en este librito su más clara explicitación, aunque la forma elegida para contarlo se quiere tan distante y neutral que todo el libro habría de ser considerado una simple cortina de humo, o una especie de remedo de la "carta robada" de Poe, si no fuera dable pensar que el barroquismo declarativo se corresponde con un idéntico alambicamiento de su deseo, poco aclarado respecto de su objeto, y a la vez abismalmente atraido hacia la periferia del mísmo."

Sobre Richard F. Barton
Sobre La Zona Sotádica
El texto en inglés
Oriente, Burton, Goytisolo en una tesis doctoral.
Sobre la Zona Sotádica, John Addignton Symonds
Luis Markhos

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